Cada mañana al levantarte comienza tu día dando gracias a Dios por ese milagro tan maravilloso llamado vida, durante tu día, sonríe al que se cruza delante de ti, al que atraviesa en tu camino mientras conduces, desea salud y una vida plena a todos los que encuentres.
Antes de acostarte continua agradecido con Dios, recordado por lo menos tres eventos agradables que te hayan sucedido durante el día, como estar vivo, estar junto a tus seres queridos o el simple hecho de que la sonrisa que regalaste a alguien haya tenido respuesta, pero sobretodo recuerda que Dios esta junto a ti en donde quiera que te encuentres y mas allá de tus deseos y necesidades, El desea suplirlas en mucha mas abundancia que tu, porque El te ama sin condiciones.